Tijeras de esquilar

Cuando comienzan los primeros calores, allá por el mes de Mayo, se realiza una actividad típicamente ganadera como es el esquileo de las ovejas.

El esquileo tiene como objeto el despojar a la oveja de la lana para que no pase calor en los meses de verano. Después esta lana se vendía a los laneros para los telares y fábricas textiles.

En la actualidad, este proceso se realiza con máquinas especiales, pero antiguamente se hacía manualmente, “a tijera”. Los hombres que se dedicaban a este oficio, iban de pueblo en pueblo, de comarca en comarca a esquilar ovejas en una campaña que duraba aproximadamente un mes y medio. En cada jornada podían esquilar hasta 30 ovejas, dependiendo de su habilidad. 

Tijeras de esquilar

Si todo profesional debe tener las herramientas a emplear en su profesión a punto y en buen uso se comprenderá que para el esquilador el estado de sus tijeras era fundamental y dedicara el tiempo necesario en acondicionarlas para el uso que le iba a dar y cuidara de su filo con esmero. Lo primero que hacía el esquilador era preparar las tijeras para la dura tarea que debía realizar con ellas, forrando de cuero los ojales y poniendo una madera en el ojal contrario al pulgar para tener más superficie donde apoyar el resto de los dedos de la mano.
Tijeras de esquilar preparadas para esquilar


Piñones

No hace muchos años que con la llegada del invierno solía ir con mi padre al pinar a por leña, la mejor calefacción sin duda. Por todos es sabido que con la leña te calientas tres veces: al recogerla, al partirla y al quemarla.
Piña verde

Aunque no era objeto de la visita al pinar, en alguna ocasión mi padre me "obsequiaba" con ir a recoger las piñas de los pocos pinos piñoneros que hay por la zona. Mi padre era el encargado de subir al pino y tirar las piñas con la ayuda de un gorguz, y yo de recogerlas y meterlas en un saco. Posteriormente, en el mismo pinar las asábamos con un poco de barrujo para facilitar la apertura de las piñas y de esta forma poder extraer sus piñones. Hoy en día, hacer fuego en el campo está prohibido, así que las piñas recogidas las dejamos secar al sol.


Los piñoneros, un oficio olvidado

La recogida del piñón se iniciaba por San Andrés, a finales del otoño y se prolonga hasta finales de marzo. Los piñeros o piñoneros acudían en grupo al pinar a recoger las piñas que luego, con el buen tiempo, tenderían en las eras en grandes parvas, dejando que el calor hiciera su labor, abriendo las escamas de la piñas, para recoger sus frutos. El cascado del piñón, a la manera tradicional, fue una labor que realizaban las mujeres con mazos de madera. El mondado y descamisado del fruto era igualmente, paciente tarea de mujeres.

Los hombres se reservaban el alcance de las piñas en el pinar, tarea que realizaban con gorguz, largo varal con un gancho en su extremo con el que cortaban el rabo de las piñas para que cayeran al suelo. Pero para recoger las que se resistían al gorguz, había que subir a la copa, y aquí se mostraba la pericia de los piñeros, trepando apoyados en el gorguz, que clavaban en el tronco. Del suelo eran recogidas en canastos que luego se vaciaban en aguaderas de mimbre o serones de esparto colocados a lomos de los burros. Finalmente, las máquinas terminaron por convertir el aprovechamiento del piñón en una industria moderna.

Propiedades de los Piñones

Los piñones son los únicos frutos secos que no vienen de plantaciones sino que se recolectan del bosque, en realidad son la semilla de un árbol. Como todos los frutos secos se pueden comer crudos o tostados. En general, en la cocina mediterránea se añaden con frecuencia a la carne, al pescado, en ensaladas, en platos de verduras y también a dulces y postres.

  • Su riqueza en calcio y magnesio les hacen muy aconsejables en etapas de crecimiento o como alternativa o complemento a los lácteos. Las personas con osteoporosis y descalcificación encontrarán en los piñones unos buenos aliados.
  • Sus ácidos grasos mono y poliinsaturados les hacen muy indicados para combatir el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.
  • Los Piñones son ideales para deportistas y excursionistas ya que en poca cantidad nos aportan mucha energía y nutrientes.
  • En estados carenciales, cansancio y anemias (aportan hierro)
Piña seca con piñones



Polea de gancho

Partes de una polea
La polea es un dispositivo mecánico simple que sirve para transmitir una fuerza. Está formada por una rueda, generalmente maciza y acanalada en su borde, que, con el curso de una cuerda o cable que se hace pasar por el canal ("garganta"), se usa como elemento de transmisión para cambiar la dirección del movimiento en máquinas y mecanismos. Además, formando conjuntos —aparejos o polipastos— sirve para reducir la magnitud de la fuerza necesaria para mover un peso.

Las grúas más simples con una sola rueda de poleas fueron inventadas hace unos 3.000 años, y las poleas compuestas con varias ruedas hacia el año 400 a.C. Se dice que Arquímides inventó la polea compuesta y fue capaz de levantar un barco y llevarlo a la costa.

Los elementos constitutivos de una polea son la rueda o polea propiamente dicha, en cuya circunferencia (llanta) suele haber una acanaladura denominada "garganta" o "cajera" cuya forma se ajusta a la de la cuerda a fin de guiarla; las "armas", armadura en forma de U invertida o rectangular que la rodea completamente y en cuyo extremo superior monta un gancho por el que se suspende el conjunto, y el "eje", que puede ser fijo si está unido a las armas estando la polea atravesada por él ("poleas de ojo"), o móvil si es solidario a la polea ("poleas de eje"). Cuando, formando parte de un sistema de transmisión, la polea gira libremente sobre su eje, se denomina "loca".

Según su desplazamiento las poleas se clasifican en "fijas", aquellas cuyas armas se suspenden de un punto fijo (la estructura del edificio, la parte superior de un pozo) y, por lo tanto, no sufren movimiento de traslación alguno cuando se emplean, y "móviles", que son aquellas en las que un extremo de la cuerda se suspende de un punto fijo y que durante su funcionamiento se desplazan, en general, verticalmente.

Cuando la polea obra independientemente se denomina "simple", mientras que cuando se encuentra reunida con otras formando un sistema recibe la denominación de "combinada" o "compuesta".

Antigua polea de madera, con gancho de hierro


Aguaderas

También conocidas como "agüeras" o "aguaeras", su nombre se deriva probablemente del agua porque uno de sus fines era traer en ellas cántaros de agua desde la fuente, que a veces estaba fuera del pueblo, hasta el hogar, aunque lógicamente los campesinos las utilizaban para transportar cualquier cosa.

Se trata de un utensilio formado por cuatro compartimentos simétricos, cuya medida era la de un cántaro, unidos dos a dos, y cada pareja por unas tiras de pleita (dos o tres) de modo que cada pareja de compartimentos cayera a un lado del animal (burro, mulo o caballo), quedando la pleita de unión atravesando el lomo. Lógicamente por ser los tamaños de las caballerías de carga diferentes, el espartero cuando hacía las aguaderas las hacía de un tamaño diferente, según fuese la bestia. Podían ser de diferentes materiales: esparto, mimbre u otras fibras vegetales, incluso de goma.


Aguaderas de mimbre
Normalmente eran las mujeres o los niños los encargados de ir a por el agua (el padre trabajaba la tierra desde hora muy temprana). Dejaron de fabricarse al instalarse el agua corriente en las casas y a causa del abandono del pastoreo.

Véase también: carretillo para trasportar cántaros


Barrena de mano

La barrena de mano es una herramienta de uso manual utilizada para la perforación de pequeños orificios sin causar fisuras en el material  que se perfora, generalmente madera. Estos agujeros suelen servir de guía que facilite enroscar por ellos a continuación algún tornillo, existiendo de diferente diámetro.

Sus lados cortantes cercenan la madera al moverse en giros, desprendiéndose la viruta desde el centro del agujero. Su forma generalmente se asimila a la de un sacacorchos, aunque también los hay con doble barrena.


Barrenas de varios tamaños



Escobas artesanales

Las escobas han experimentado cambios significativos en su elaboración desde que se hacían a mano a partir de un manojo de ramas o de distintas fibras naturales. En función de la flora arbustiba de cada zona, se utilizaban unos u otros tipos de materia prima (retamas, palma, etc.)

Las formas eran muy variadas, podían ser redondas o planas, siendo estas últimas, al tener más anchura, las que permitían empujar mejor la suciedad. Para su elaboración se recogía la planta estando verde, se ataba por uno de sus extremos, posteriormente se recortaban los extremos y por último se dejaban secar bien con piedras o trillos encima para darle la forma deseada.

Las escobas hechas con plantas flexibles eran empleadas para limpiar los suelos de las casas, mientras que las realizadas con plantas más recias y ásperas se utilizaban para barrer eras y corrales. Estas últimas se solían remojar antes de su uso para permitir una mejor flexibilidad de las mismas y evitar un rápido deterioro de las mismas. Podían llevar un palo largo para facilitar y hacer más cómodo el barrido. Sin embargo, para barrer las eras hacía falta hacer bastante fuerza y tocaba agacharse por lo que no se ponía dicho palo.
Escoba
Escobetón


Horcate

Horcate
Uno de los instrumentos antiguos que servían para trabajar en el campo era el horcate, arreo de madera de encina reforzado con tirantes de hierro, en forma de herradura, al que se engancha el tiro, de cuero o soga, para atar el animal al carro o a otro tiro como la trilla o el arado.

El horcate ejerce toda la fuerza sobre el cuello, por ello se comenzó a usar una almohadilla para llevar la fuerza a la cruz del animal (bueyes, vacas, mulos, burros), aumentando con ello el poder de tiro. Estamos hablando de la collera, que es otro horcajo relleno de paja y forrado con cuero que se apoya sobre una manta o saca rellena de paja para evitar rozaduras. De este modo el horcate descansa sobre la collera.


Badajo

Quizás con demasiada pasividad echamos en el olvido ciertas costumbres que el paso del tiempo va enterrando, sin llegar a valorar, la importancia que tenían para aquellas gentes que vivieron épocas todavía recientes en el tiempo.
Badajo artesanal de hueso

Los pastores pasaban jornadas enteras en la más absoluta soledad, acompañados únicamente del sonido de cencerros y los validos de las ovejas. En sus largas jornadas, y mientras las ovejas pastaban, con una simple navaja y de forma completamente artesanal, labraban los badajos de los cencerros, bien de madera o de hueso, y que servían para que el rebaño no se dispersara.

Los materiales utilizados para hacer los badajos, tienen que ser duros para que el sonido de las cencerras sea limpio. El hueso utilizado solía ser de pata de choto o ternero, labrándolo si es posible en fresco para que sea más manejable. Este material destacaba por la cualidad de no desgastar la esquila. También se utilizaba la madera, sobre todo de encina por ser muy dura, pero la que tenía una dureza suprema era el "rechizo" o raíz de la retama.

La tarea primera era tomar la medida adecuada dependiendo si el cencerro era más o menos grande, debiendo sobresalir el badajo unos dos o tres centímetros. En los cencerros grandes y apucherados era conveniente que fuera de madera para lograr un sonido más grave.

Si paciencia y maestría eran fundamentales para labrar la pieza, no menos importante era abotajar (colocar el badajo al cencerro); el badajo se unía a la anilla situada en el interior de la cencerra por una cinta de cuero a la cual se le hacía una muesca, introduciéndose dentro del cencerro, quedando aseguradas ambas piezas.

Los cencerros, en realidad, además de la pieza metálica, se componen de la embadajadera, el badajo, el collar o collera que sujeta el cencerro al animal que lo porta; y el pasador o clavilla para cerrar el collar. El movimiento de los animales provoca el sonido, algo parecido a un "tolón", al chocar el badajo con los frentes del cencerro. De esta forma se controla la presencia del ganado.

No todas las ovejas de un rebaño llevaban cencerra; dependía mucho del gusto e interés de cada pastor, pero era de suma importancia que el sonido de las mismas fuese limpio y por ello competían a veces los distintos pastores; ni que decir tiene que la calidad y vistosidad de badajos y cencerros era un signo de distinción, que procuraban destacar los distintos amos.

Badajos y cencerros

Aunque la cabaña ganadera ha disminuido mucho en los últimos años, todavía se siguen fabricando cencerros, pero naturalmente el hueso se ha desechado dando paso a los badajos de madera hechos de manera industrial, desechándose los materiales que tradicionalmente se venían empleando.

Partes del cencerro


Jugando a la calva: el marro

Orígenes
La calva es un juego y un deporte tradicional que tiene su origen en las actuales provincias de Ávila, Salamanca y Zamora. Su práctica se remonta a la época de los vetones. Era jugado por pastores quienes, para entretenerse, lanzaban una piedra a un cuerno de vaca. A medida que el tiempo fue pasando, el juego fue modificado, y se sustituyó el cuerno por una pieza de madera (la calva) y la piedra por un cilindro de hierro o acero (el marro). El nombre de calva procede del lugar donde originalmente se practicaba, el calvero, terreno libre de maleza, piedras, etc., para lanzar mejor y que no se perdieran los utensilios.

El juego
Consiste en poner en el suelo un madero en forma de ángulo bastante obtuso, apoyado por uno de sus lados. El jugador, desde 14,5 metros (antes, probablemente 17 varas), debe tocar el madero, por el lado levantado, con el marro. Se hacen 25 tiradas, con dos anteriores de prueba.

La calva
Es una pieza de madera, generalmente encina, roble o mimbrón, con forma de ángulo obtuso entre 110 y 120 grados. La parte inferior, base sobre la que se coloca en el suelo, recibe el nombre de zapata, mide 23 cm, y la parte superior es la alzada; y tiene una longitud de 22 cm.

El marro
Marro de piedra
En los inicios de este juego se empleaban marros de piedra, cantos de río a los que se le dio forma. Hoy generalmente son de hierro en forma cilíndrica u ovalada, con estrías y grabaciones (nombre del jugador, peso, longitud...). No supera los 30 cm de longitud y su peso mínimo es de 1.500gr.
Dada la actual extensión del juego de la calva, el marro recibe diferentes nombres según los lugares donde se practique el juego, de esta forma son sinónimos comunes de marro: morrillo, morillo, murillo, borrillo, gorrillo.

La cancha de juego
Las dimensiones del campo de juego oscilan entre 25 metros de largo y 5 de ancho. La distancia de tiro esta unificada a 14,5 metros, teniendo de 3 a 5 metros de salida de cemento o baldosa y 6 u 8 de despeje de tiro.

Jugadores
Se puede jugar por la modalidad de individuales o por equipos de dos o tres jugadores, con la participación de varios equipos.
Es importante la figura del rayero que no juega, pero anota y hace de árbitro en las jugadas dudosas.
Las partidas se pueden jugar a 22, a 25, a 30 tantos.

Reglas
Se inicia el juego disputando qué equipo empezará. Para ello uno de los jugadores por equipo lanza el morrillo a la raya desde la patera y la proximidad de los morrillos a la raya darán el orden de actuación.
Si se juega por equipos, normalmente tira un jugador de cada equipo en el orden establecido, pero cuando uno acierta una calva el siguiente en tirar debe ser un compañero de su equipo. Se van sumando para cada equipo los tantos que gana cada uno de los jugadores.
Para que el tanto sea válido es necesario que el jugador que lanzó el morrillo pegue con él limpiamente en cualquier parte de la calva, sin que antes haya tocado el suelo. En caso de dudas se admite sin reparo la decisión del rayero.
Gana el equipo que llegó primero al tope de tantos previamente acordado.
Si hubiese empate se alarga la partida cinco tantos, las veces precisas, hasta que se logre el desempate.


Cardillos

DESCRIPCIÓN
Cardillo
El cardillo recibe su nombre por su tamaño, menor que el de la mayoría de especies de cardos. La planta suele vivir pocos años, agostándose cada verano; permanece bajo el suelo en forma de yema, envuelta en restos de la base de las hojas del año anterior. Tras el paso del invierno –o en años benévolos incluso en el otoño inmediato al descanso estival-, emerge de la tierra una roseta de hojas aplicadas y espinosas, pegadas al suelo, con nervio rojizo y limbo de color verde vivo. Al final de la primavera, la roseta emite un tallo con hojas menores, también espinosas, y en cuyas axilas se sitúan fascículos de uno o pocos capítulos amarillentos. Las semillas poseen una corona de pelos, ásperos al tacto.

HÁBITAT
El cardillo habita en pastizales, prados incultos y eriales, sobre todo en terrenos no demasiado compactos, y cerca de los arroyos. La planta tampoco es rara en las cunetas y linderos, donde a menudo pasa inadvertida por la espesura del resto de la vegetación. El aspecto de la roseta, con hojas aplicadas al suelo, ayuda a defenderla del diente del ganado.

USOS
Cardillos cocidos
El cardillo es uno de los alimentos naturales más tradicionales del centro y Sur de España. Se recoge con la azadilla, dando un golpe certero que parta el cuello de la raíz a unos 2 ó 3 dedos por debajo del nivel del suelo, de modo que no se desmiembren las hojas. Se consumen las pencas o nervios foliares y la parte superior del cuello de la raíz, al que se encuentran unidas; para limpiarlas, debe extraerse la parte verde de las hojas, presionando el nervio desde la base hasta su extremo. El cardillo se come habitualmente cocido, en frío, a modo de picadillo, mezclado con aceite, sal, vinagre y huevo duro.

¿SABÍAS QUE...?
Los cardillos poseen los mismos compuestos que la mayoría de cardos y especies relacionadas, incluyendo la insulina –azúcar natural especialmente apto para los diabéticos-, y diversas sustancias medicinales, de virtudes similares a las de los cardos de penca –por ejemplo, como diuréticas, protectoras del hígado, etc.-. Aunque en menor cantidad, también poseen los mismos fermentos que confieren a la flor del cardo la propiedad de ‘cortar’ la leche produciendo la cuajada y el queso. A pesar de todo lo anterior, su utilización se ha restringido tradicionalmente al uso culinario, como planta alimenticia.


Planchas antiguas

Nadie se podría imaginar que sería de la vida moderna sin una simple plancha doméstica, yo no me atrevería a salir sin una ropa bien planchada. Ya en la antigüedad la ropa sin arrugas han sido un símbolo de ostentación, refinamiento, pulcritud y categoría social durante más de 2.500 años. Las planchas antiguas primitivas empleaban la presión. Sólo algunas utilizaban el calor para eliminar arrugas o formar pliegues en las prendas recién lavadas.

Los inicios de este aparato indispensable datan desde IV a.c (Antes de Cristo) cuando los egipcios alisaban sus prendas de vestir con una barra de hierro cilíndrica previamente calentada, luego se dice que la cultura milenaria de los chinos fabricaron una especie de recipientes metálicos con mango, los cuales eran rellenados con carbón para quitarle las arruga a sus ropas. En Europa las primeras planchas fueron alisadoras de madera, mármol o vidrio, pero se utilizaban fríos.


Hacia el siglo XV, las familias europeas acomodadas empezaron a utilzar el calor como recurso del planchado. Había varios tipos de plancha, las “de caja caliente”, huecas y provistas de un compartimiento para para introducir las brasas, de tal modo que duraba bastante tiempo el calor. Las familias más pobres utilizaban la plancha sencilla de hierro, con mango, que se calentaba periódicamente sobre el fuego (la gran desventaja de esta plancha era que el hollín se adhería a ella y pasaba a las ropas).

La plancha trabaja aflojando los vínculos entre las cadenas largas de moléculas de polímero que existen en las fibras del material. Las fibras se estiran y mantienen su nueva forma cuando se enfrían. Esto lo logra con el ya mencionado calor, ya que funciona como una Resistencia calentadora con peso. Algunos materiales como el algodón requieren el empleo de agua para aflojar los lazos intermoleculares. Es entonces que se volvió compañera inseparable de los atomizadores y, en la gran mayoría de los modelos actuales, dentro de la misma se almacena el agua que evapora poco a poco para facilitar el planchado.

Cuando se instaló la iluminación de gas en los hogares, en el siglo XIX, muchos inventores idearon planchas calentadas con esa forma de energía. El verdadero boom en el planchado llegó con la instalación de la electricidad en las casas.El 6 de junio de 1882, el inventor neoyorquino Henry W. Weely obtuvo la primera patente de su país para una plancha eléctrica. En 1926 hizo su aparición la plancha de vapor y Joseph Myers le agregó a la plancha un termostato que regulaba la temperatura.


Espárragos trigueros

La primavera llega con fuerza, las lluvias de los últimos meses dan pie a que la primavera sea generosa con la vegetación y el campo nos obsequie con ricos alimentos, como este estupendo manojo de espárragos trigueros.

Manojo de espárragos trigueros - 03-03-2011

Hay un poco de confusión con los espárragos, concretamente entre espárragos trigueros y espárragos verdes. Aunque muchas veces denominan a los espárragos de cultivo ‘espárragos trigueros’ (más voluntaria que involuntariamente) en realidad no lo son, los espárragos de cultivo son los conocidos espárragos verdes y los espárragos trigueros son los que crecen silvestres.

Los espárragos verdes los podemos encontrar en el mercado todo el año precisamente por eso, porque se cultivan para satisfacer a los consumidores en cualquier época del año. Por el contrario, los espárragos trigueros sólo los podemos encontrar con el inicio de la primavera.

Espárrago triguero
El calificativo de trigueros lo obtuvieron en tiempos muy antiguos, cuando eran recolectados en los campos de trigo de las comarcas rurales antes de que brotara el cereal. Sin embargo, los tiempos han cambiado y las nuevas tecnologías también se han introducido en el mundo agrícola. Hoy en día, y debido a las técnicas intensivas de arado, las esparragueras han desaparecido casi por completo de los terrenos cultivados y hay que buscar los trigueros en encinares, olivares y alcornocales, al pie de los troncos. Es en estos puntos donde se encuentran a salvo de las labores de escarda. Hace falta un ojo experto y avisado para distinguirlos, ya que suelen camuflarse en el entorno.

A simple vista, la principal diferencia entre espárragos trigueros y espárragos verdes, es que los primeros son más finos que los cultivados, y a la hora de degustarlos, se perciben también diferencias en el sabor, siempre suele ser más valorado un alimento silvestre que cultivado. En este caso, los espárragos trigueros son algo más amargos y ofrecen un sabor más intenso.

Para recolectarlos hay que esperar a la primavera, sobre todo los días de calor tras la lluvia, que hacen brotar sus apreciados tallos tiernos.

El espárrago se usa desde tiempos lejanos como una verdura y para la medicina, debido a su sabor delicado y sus propiedades diuréticas. Los espárragos trigueros se comen sobre todo en tortillas o revueltos, hechos salteando los espárragos a fuego lento para ablandarlos y luego cocinados con unos buenos huevos.

Información:

  • El espárrago tiene un 90% de agua, es bajo en calorías.
  • Vitaminas: Mucha A (vista, uñas, pelo)y C (dientes, huesos) y en menor cantidad B1, B2, B6, E.
  • Minerales: Tienen mucho Potasio, Fósforo, Calcio, Magnesio
  • Otros: Realmente es una fuente de folate, provee una cantidad considerable de los antioxidantes (anticancerígeno)

Y como dice el refrán: "Los espárragos de abril, para mi; los de mayo, para el amo y los de junio, para el burro."


Almirez

El almirez es un mortero o utensilio pequeño y portátil, que sirve para machacar y triturar sustancias, utilizado en la cocina para moler en él especias, semillas, ajos u otros ingredientes gastronómicos, consistente en un recipiente en forma de cuenco y un mazo que se coge con una sola mano y a base de golpear la base y los laterales internos del cuenco muele el producto contenido en él.

Desde tiempos remotos el mortero se utilizaba en laboratorios para la alquimia y en la botica para mezclar o macerar las plantas y conseguir productos para curar, posteriormente se pasó su uso a la cocina donde se le llamó almirez.

A lo largo de la historia podemos ver que se han fabricado de muy diferentes materiales como madera, piedra, metal o loza y a veces contiene motivos ornamentales.

Con posterioridad fue usado como instrumento de percusión utilizado para acompañar cantos tradicionales como jotas, tonadas, fandangos, pastorales. El sonido se saca golpeando en los laterales y base internos. Es un ejemplo de adaptación de útiles caseros o de trabajo a usos musicales. De igual manera se han utilizado desde siempre sartenes, calderos, tapaderas, llaves, guadañas, azadas y un largo etcétera, en definitiva, todo lo que consiguiera hacer ruido y se tuviera a mano, sin tener que gastar dinero -que no había- en instrumentos.

Hoy en día es usado como objeto decorativo en muchos hogares.

Almireces de bronce sobre un baúl


Sierra de bastidor

Sierra de bastidor
La sierra de bastidor es la precursora de las sierras modernas, y su diseño no ha cambiado prácticamente en nada desde la Edad Media debido a su buen funcionamiento.

Consiste básicamente en una especie de 'H' articulada en la que en la parte inferior se sitúa la hoja de sierra y en la superior una cuerda. La hoja de sierra se tensa al ir enrollando la cuerda superior con la palanca. Además, la hoja se puede girar para cortar grandes espesores sin que moleste el propio bastidor.


Detalle sierra de bastidor


Carretillo de cántaros

Carretillo de cántaros

Hace unas décadas, cuando en las viviendas no había agua corriente, no quedaba más remedio que ir a buscarla a la fuente del pueblo. Para ello se utilizaban cántaros de barro, que eran trasportados a mano, apoyados en la cintura, en cantareras o en carretillos de madera que podían tener de uno a cuatro orificios para colocar los cántaros. El carretillo solía tener una pesada rueda de hierro que por lo general chirriaba bastante al caminar.

Rueda de carretillo


Hierro para marcar el ganado

Se compone de un mango de hierro y una empuñadura de madera. El mango termina en un distintivo o señal personalizada, en este caso las iniciales de mi abuelo, que servía para marcar e identificar al ganado ante posibles pérdidas o robo del mismo.

Mi abuelo lo utilizaba para marcar las ovejas, y lo hacía con pez calentada. Las marcas se colocaban en el lomo y los ijares, normalmente tres marcas en total. Tenía lugar una vez terminado el esquilado de las mismas, al finalizar la primavera.

Hierro para marcar el ganado


Criba o ceranda

La ceranda o criba era utilizada para aventar y limpiar las impurezas del grano. Está compuesta con aro circular de madera, de cinco o seis dedos de alto y unos 60 cm. de diámetro, y el culo de piel animal sin curtir en el que se han practicado agujeros circulares. En función del tamaño de dichos orificios, se utilizaba para cribar cereales o legumbres.
Criba o ceranda de garbanzos
Detalle criba de cereal


Huevos de corral

Estos días escuchamos y leemos en la noticias de cualquier medio la contaminación sufrida en Alemania por dioxinas encontradas en piensos animales y que está afectando a numerosas granjas porcinas y avícolas alemanas. Es en este momento cuando me acuerdo y valoro, más si cabe, cuando tomo unos huevos de corral.

Que no nos engañen, los huevos de corral no tienen uniformidad ni en su tamaño ni en el color de sus cáscaras, al contrario de los huevos de las gallinas explotadas industrialmente.

Huevos de corral de mis gallinas

Prácticamente todos los huevos etiquetados como "de corral" que podemos encontrar en las tiendas de hoy en día son producidos en grandes granjas industrializadas, lejos de los auténticos huevos de corral de los que hemos oído hablar a nuestros abuelos, aquellos que son producidos por la docena de gallinas que tenían en el corral de la casa del pueblo y que eran alimentadas a base de desperdicios de comida, cereales y lo que estos animales encontrasen escarbando por el suelo. ¿Quién no ha oído hablar de "La Gallina y la lombriz"? Seguro que esa gallina ponía auténticos huevos de corral.