Las piñas se bajaban con una larga vara de madera (de unos 4-5 metros), que llevaba clavada en su parte superior un gancho curvo denominado media luna o gorguz. Desde lo alto de una escalera de madera apoyada en el tronco del pino, el piñero trepaba hasta la base de la copa, enganchando la media luna de la vara en alguna rama fuerte para ir tirando las piñas al suelo con el gorguz.
Gorguz |