Jugando a la calva: el marro

Orígenes
La calva es un juego y un deporte tradicional que tiene su origen en las actuales provincias de Ávila, Salamanca y Zamora. Su práctica se remonta a la época de los vetones. Era jugado por pastores quienes, para entretenerse, lanzaban una piedra a un cuerno de vaca. A medida que el tiempo fue pasando, el juego fue modificado, y se sustituyó el cuerno por una pieza de madera (la calva) y la piedra por un cilindro de hierro o acero (el marro). El nombre de calva procede del lugar donde originalmente se practicaba, el calvero, terreno libre de maleza, piedras, etc., para lanzar mejor y que no se perdieran los utensilios.

El juego
Consiste en poner en el suelo un madero en forma de ángulo bastante obtuso, apoyado por uno de sus lados. El jugador, desde 14,5 metros (antes, probablemente 17 varas), debe tocar el madero, por el lado levantado, con el marro. Se hacen 25 tiradas, con dos anteriores de prueba.

La calva
Es una pieza de madera, generalmente encina, roble o mimbrón, con forma de ángulo obtuso entre 110 y 120 grados. La parte inferior, base sobre la que se coloca en el suelo, recibe el nombre de zapata, mide 23 cm, y la parte superior es la alzada; y tiene una longitud de 22 cm.

El marro
Marro de piedra
En los inicios de este juego se empleaban marros de piedra, cantos de río a los que se le dio forma. Hoy generalmente son de hierro en forma cilíndrica u ovalada, con estrías y grabaciones (nombre del jugador, peso, longitud...). No supera los 30 cm de longitud y su peso mínimo es de 1.500gr.
Dada la actual extensión del juego de la calva, el marro recibe diferentes nombres según los lugares donde se practique el juego, de esta forma son sinónimos comunes de marro: morrillo, morillo, murillo, borrillo, gorrillo.

La cancha de juego
Las dimensiones del campo de juego oscilan entre 25 metros de largo y 5 de ancho. La distancia de tiro esta unificada a 14,5 metros, teniendo de 3 a 5 metros de salida de cemento o baldosa y 6 u 8 de despeje de tiro.

Jugadores
Se puede jugar por la modalidad de individuales o por equipos de dos o tres jugadores, con la participación de varios equipos.
Es importante la figura del rayero que no juega, pero anota y hace de árbitro en las jugadas dudosas.
Las partidas se pueden jugar a 22, a 25, a 30 tantos.

Reglas
Se inicia el juego disputando qué equipo empezará. Para ello uno de los jugadores por equipo lanza el morrillo a la raya desde la patera y la proximidad de los morrillos a la raya darán el orden de actuación.
Si se juega por equipos, normalmente tira un jugador de cada equipo en el orden establecido, pero cuando uno acierta una calva el siguiente en tirar debe ser un compañero de su equipo. Se van sumando para cada equipo los tantos que gana cada uno de los jugadores.
Para que el tanto sea válido es necesario que el jugador que lanzó el morrillo pegue con él limpiamente en cualquier parte de la calva, sin que antes haya tocado el suelo. En caso de dudas se admite sin reparo la decisión del rayero.
Gana el equipo que llegó primero al tope de tantos previamente acordado.
Si hubiese empate se alarga la partida cinco tantos, las veces precisas, hasta que se logre el desempate.

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