Polea de gancho

Partes de una polea
La polea es un dispositivo mecánico simple que sirve para transmitir una fuerza. Está formada por una rueda, generalmente maciza y acanalada en su borde, que, con el curso de una cuerda o cable que se hace pasar por el canal ("garganta"), se usa como elemento de transmisión para cambiar la dirección del movimiento en máquinas y mecanismos. Además, formando conjuntos —aparejos o polipastos— sirve para reducir la magnitud de la fuerza necesaria para mover un peso.

Las grúas más simples con una sola rueda de poleas fueron inventadas hace unos 3.000 años, y las poleas compuestas con varias ruedas hacia el año 400 a.C. Se dice que Arquímides inventó la polea compuesta y fue capaz de levantar un barco y llevarlo a la costa.

Los elementos constitutivos de una polea son la rueda o polea propiamente dicha, en cuya circunferencia (llanta) suele haber una acanaladura denominada "garganta" o "cajera" cuya forma se ajusta a la de la cuerda a fin de guiarla; las "armas", armadura en forma de U invertida o rectangular que la rodea completamente y en cuyo extremo superior monta un gancho por el que se suspende el conjunto, y el "eje", que puede ser fijo si está unido a las armas estando la polea atravesada por él ("poleas de ojo"), o móvil si es solidario a la polea ("poleas de eje"). Cuando, formando parte de un sistema de transmisión, la polea gira libremente sobre su eje, se denomina "loca".

Según su desplazamiento las poleas se clasifican en "fijas", aquellas cuyas armas se suspenden de un punto fijo (la estructura del edificio, la parte superior de un pozo) y, por lo tanto, no sufren movimiento de traslación alguno cuando se emplean, y "móviles", que son aquellas en las que un extremo de la cuerda se suspende de un punto fijo y que durante su funcionamiento se desplazan, en general, verticalmente.

Cuando la polea obra independientemente se denomina "simple", mientras que cuando se encuentra reunida con otras formando un sistema recibe la denominación de "combinada" o "compuesta".

Antigua polea de madera, con gancho de hierro


Aguaderas

También conocidas como "agüeras" o "aguaeras", su nombre se deriva probablemente del agua porque uno de sus fines era traer en ellas cántaros de agua desde la fuente, que a veces estaba fuera del pueblo, hasta el hogar, aunque lógicamente los campesinos las utilizaban para transportar cualquier cosa.

Se trata de un utensilio formado por cuatro compartimentos simétricos, cuya medida era la de un cántaro, unidos dos a dos, y cada pareja por unas tiras de pleita (dos o tres) de modo que cada pareja de compartimentos cayera a un lado del animal (burro, mulo o caballo), quedando la pleita de unión atravesando el lomo. Lógicamente por ser los tamaños de las caballerías de carga diferentes, el espartero cuando hacía las aguaderas las hacía de un tamaño diferente, según fuese la bestia. Podían ser de diferentes materiales: esparto, mimbre u otras fibras vegetales, incluso de goma.


Aguaderas de mimbre
Normalmente eran las mujeres o los niños los encargados de ir a por el agua (el padre trabajaba la tierra desde hora muy temprana). Dejaron de fabricarse al instalarse el agua corriente en las casas y a causa del abandono del pastoreo.

Véase también: carretillo para trasportar cántaros