Piñones

No hace muchos años que con la llegada del invierno solía ir con mi padre al pinar a por leña, la mejor calefacción sin duda. Por todos es sabido que con la leña te calientas tres veces: al recogerla, al partirla y al quemarla.
Piña verde

Aunque no era objeto de la visita al pinar, en alguna ocasión mi padre me "obsequiaba" con ir a recoger las piñas de los pocos pinos piñoneros que hay por la zona. Mi padre era el encargado de subir al pino y tirar las piñas con la ayuda de un gorguz, y yo de recogerlas y meterlas en un saco. Posteriormente, en el mismo pinar las asábamos con un poco de barrujo para facilitar la apertura de las piñas y de esta forma poder extraer sus piñones. Hoy en día, hacer fuego en el campo está prohibido, así que las piñas recogidas las dejamos secar al sol.


Los piñoneros, un oficio olvidado

La recogida del piñón se iniciaba por San Andrés, a finales del otoño y se prolonga hasta finales de marzo. Los piñeros o piñoneros acudían en grupo al pinar a recoger las piñas que luego, con el buen tiempo, tenderían en las eras en grandes parvas, dejando que el calor hiciera su labor, abriendo las escamas de la piñas, para recoger sus frutos. El cascado del piñón, a la manera tradicional, fue una labor que realizaban las mujeres con mazos de madera. El mondado y descamisado del fruto era igualmente, paciente tarea de mujeres.

Los hombres se reservaban el alcance de las piñas en el pinar, tarea que realizaban con gorguz, largo varal con un gancho en su extremo con el que cortaban el rabo de las piñas para que cayeran al suelo. Pero para recoger las que se resistían al gorguz, había que subir a la copa, y aquí se mostraba la pericia de los piñeros, trepando apoyados en el gorguz, que clavaban en el tronco. Del suelo eran recogidas en canastos que luego se vaciaban en aguaderas de mimbre o serones de esparto colocados a lomos de los burros. Finalmente, las máquinas terminaron por convertir el aprovechamiento del piñón en una industria moderna.

Propiedades de los Piñones

Los piñones son los únicos frutos secos que no vienen de plantaciones sino que se recolectan del bosque, en realidad son la semilla de un árbol. Como todos los frutos secos se pueden comer crudos o tostados. En general, en la cocina mediterránea se añaden con frecuencia a la carne, al pescado, en ensaladas, en platos de verduras y también a dulces y postres.

  • Su riqueza en calcio y magnesio les hacen muy aconsejables en etapas de crecimiento o como alternativa o complemento a los lácteos. Las personas con osteoporosis y descalcificación encontrarán en los piñones unos buenos aliados.
  • Sus ácidos grasos mono y poliinsaturados les hacen muy indicados para combatir el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.
  • Los Piñones son ideales para deportistas y excursionistas ya que en poca cantidad nos aportan mucha energía y nutrientes.
  • En estados carenciales, cansancio y anemias (aportan hierro)
Piña seca con piñones

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